Descripción
Tergiversación alevosa de palabra y paisaje, desde Historia de la Antigua o Baja California, de Clavijero para nombrarnos, con voz propia, desde nuestra experiencia meyibó. Es así que, en cada poema de Glosa Peninsular, la autora recupera, en todo caso, la evocación que la lectura del texto de 1789 imprimió en su asombro y deleite; la detonación de imágenes tan lejanas como propias, para la escritura de una propuesta poética en amoroso idilio con la península. Un diálogo/roadtrip, a la distancia, en una búsqueda distinta, sí: más asunto —y devoción— de la piel.